lunes, 16 de agosto de 2010

1.- ¿Qué es lo bueno? Sigue este razonamiento:

 Es bueno lo que se desea o apetece (lo apetecible para alguien)
 Si es bueno está fundado intrínsecamente en la capacidad de completar, enriquecer o perfeccionar a aquel sujeto que lo apetece.
 Lo bueno tiene que ser perfectivo de aquel que lo apetece. Lo que es perfectivo lleva al ente a la plenitud.
 Lo que es perfecto debe ser actual. Pero la actualidad del ser es la actualidad de todos los actos, ya que sin el ser no pueda darse actualidad ninguna. En consecuencia, lo bueno está íntimamente emparentado con el ente.
 Todo ente está inclinado a su propia operación. Mediante dicha operación todo ente alcanza su propia perfección o su propia plenitud y puede además perfeccionar a otros entes.
 Las operaciones de la persona son libres. Mediante esas operaciones las personas se hacen aptas para la consecución del Bien supremo, logrando la felicidad. El bien moral consiste en la posesión por parte de cada persona del Bien supremo.


Relación entre bien y ser: Todo ser es bueno
en la medida en que es ser















Lo bueno es lo apetecible, pero lo apetecible es lo perfecto, y lo perfecto es lo actual, y finalmente lo actual, en su sentido radical es el ser, ya que el ser es el acto de todos los actos, y por lo mismo, la perfección de todas las perfecciones. Luego, es evidente que todo lo que tiene ser, es decir, todo ente, al menos en cuanto ente, es apetecible y bueno.






Descripción:

1. El bien de cada ente es aquello que conviene a su naturaleza y lo malo aquello que le priva de las perfecciones de su naturaleza.

2. Los entes son buenos en la medida en que alcanzan su perfección.

3. Hay una distinción (de razón) entre las nociones de ente y bien. Algo es ente en virtud del acto primero por el que alcanza el ser sustancial; pero sólo es bueno en la medida en que ha alcanzado su perfección.

4. El bien es descrito por su efecto como aquello que todos apetecen. Una cosa no es buena porque sea universalmente deseada, sino que es universalmente deseada porque es buena. La bondad es una manifestación de que la perfección de las cosas nos resulta atractiva y las cosas sólo pueden ser buenas en la medida en que realizan con plenitud su acto de ser.

5. El bien es el término al que tiende un agente con su operación, por eso tiene razón de fin. El bien se funda en el ente, surge de él y revierte a él. Pero a la vez el bien es lo primero porque tiene razón de fin para ese ente.

6. El bien es difusivo, tiende a comunicarse porque lo perfecto comunica su perfección.

2.- Participación en el Bien

 Según la composición metafísica de los entes creados hay diversos niveles de bondad:
1.- Ser máximamente bueno: Si el fundamento de la bondad es el ser, el que tiene el ser por esencia, Dios, es el ente más Bueno. Sólo en Dios hay una perfecta coincidencia entre Ser y ser bueno. Dios es bondad esencial.

2. En las criaturas la bondad está de forma múltiple y dividida. En la medida en que las criaturas han recibido el ser son buenas por participación. Es decir, la bondad de las criaturas tiene una composición metafísica fundada en la del ente.
Los entes poseen un grado de perfección; no la tienen de modo absoluto, sino limitado porque no están totalmente en acto, sino en potencia de alcanzar toda la perfección que conviene a su naturaleza. Por esta razón, en la medida en que alcanzamos nuestro fin nos vamos perfeccionando.
La criatura racional es buena cuando libremente se adhiere a Bien Supremo esencial y causa de todo bien: Dios





3.- Distintas formulaciones del Principio del Bien


a) Todo ente es sustancialmente bueno. Ente y bueno son dos nociones convertibles. Es patente que “todo bueno es ente” pues lo bueno supone al ente y le añade algo. Nada puede ser bueno si antes no es. y “Todo ente es bueno”
b) El bien es difusivo de sí mismo: porque atrae y se hace apetecible y es capaz de perfeccionar a los seres que lo apetecen. Todas las cosas tienden hacia lo que es conveniente .
c) Todo ente finito tiende por naturaleza, y según el modo de dicha naturaleza , a su fin, que es su bien. Todas las cosas dirigen sus operaciones hacia aquello que conviene a su naturaleza, pero toda intencionalidad en el obrar exige una inteligencia. El obrar ordenado y constante en los seres no racionales exige una disposición permanente, es decir, una naturaleza que los incline a obrar como lo hacen.
d) Haz el bien y evita el mal: los seres inteligentes y libres son capaces de ordenarse y dirigirse a su fin por sí mismos. Tienen el hábito de los primeros principios prácticos llamado “sindéresis”. La sindéresis no proporciona un mero conocimiento , sino un imperativo :”haz el bien y evita el mal”


4.- Consecuencias


 El querer divino es el fundamento de la bondad de las criaturas. Porque Dios nos quiere, nos hace ser, nos hace buenos y nos da la libertad para ir perfeccionándonos. Dios ama a las criaturas , y en consecuencia, las hace buenas, en cuanto reflejan su Ser.

 Todo ente creado tiene una bondad natural (la de su ser) y está capacitado para alcanzar la bondad en sus operaciones y asimilarse al máximo ser. En las criaturas racionales esto ha de hacerse de forma libre.


 El hombre va alcanzando su perfección en la medida en que alcanza su fin y adquiere todo aquello que perfecciona su naturaleza, es decir, las virtudes.

 Existe en la realidad un orden de bienes: unas más perfectas que otras.

 El bien de las cosas depende de su ser, de su valor intrínseco, no del valor que les demos nosotros o del cariño que les tengamos. Las cosas no son buenas porque las queremos, sino que las queremos porque son buenas. La bondad es algo objetivo, no depende de la opinión de la mayoría.






I.- “Cada persona humana se experimenta a sí misma como un bien, pero aún no definitivo, sino más bien como proyecto. El ser humano vive, no ya en la satisfacción de lo que ya es, sino en la esperanza de lo que debe llegar a ser y todavía no es, como en tensión hacia una plenitud aun no poseída.
La dimensión ética que caracteriza todos los actos del ser humano muestra que su vida es camino hacia su propia realización cono persona. La conciencia es justamente la luz que conduce y orienta en ese camino, advirtiéndole qué actos realizan su dignidad y cuáles le destruyen. “


II.- “Según el grado de verdad que vemos en una criatura podemos decir que Dios le ha querido con una cierta intensidad, (ama diversamente) a todas las criaturas , en cuanto le da a cada una su bondad natural. Pero hay un amor singular y perfecto, como de amistad, con el que no sólo ama a la criatura como el artífice a su obra, sino también en una cierta comunión amistosa, como el amigo al amigo, en cuanto que los lleva a compartir su gozo, de forma que participan en la gloria y bienaventuranza del mismo Dios. Este es el amor con que ama a los santos, que es el amor por antonomasia, y por eso el efecto de ese amor se le llama por antonomasia gracia, aunque también todos los bienes naturales pueden llamarse gracia, pues son concedidos por Dios gratuitamente”
( In II Sent.,dist,26,q.1,a.1,ad secundum).


III.- “Cuanto más potencia (pasiva) tiene algo y es más apto para el bien, tanto peor es quedar privado de él; y siendo lo que tiene esa potencia el sujeto del mal, tanto peor es él mismo: corruptio optimi pessima (…) No habría posibilidad de mal donde no hubiese bien: la destrucción del bien, eliminaría radicalmente el mal. Es el elemental intento del suicida” (Cardona, C “Metafísica del bien y del mal”,pg 155).

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