lunes, 16 de agosto de 2010

1.-Noción de causa:

Se entiende por causa aquello de lo cual algo depende en su ser o en su obrar. Es aquello de lo que se sigue el ser de otro. Para que algo se considere como causa tiene que haber tres características:
1. Que Influya realmente en algo y por lo tanto ese algo tenga una dependencia efectiva en el ser.
2. Que se distinga la causa y el efecto
3. Que haya una prioridad de la causa sobre el efecto (toda causa es anterior al efecto)
Aristóteles distingue cuatro tipos de causa:
a) Material: aquello de lo que algo se hace.( Ej: mesa de madera)
b) Formal: aquello que determina que una cosa sea lo que es (Ej: la forma de la mesa)
c) Eficiente: aquello que produce el cambio de una cosa (Ej: el carpintero)
d) Final: aquello en virtud de lo cual algo se hace(Ej: para adornar)

2.- Distinción entre causa, principio, condición y ocasión

 Principio: inicio de lo que algo procede. Toda causa es principio, pero no todo principio es causa. El principio no supone un influjo real en el ser causado.
 Condición: requisito o disposición necesaria para el ejercicio de la causalidad. Es algo que hace posible o impide la acción de una causa. Se distingue entre condiciones necesarias (sine qua non: imprescindibles para producir el efecto) y suficientes (convenientes, pero no imprescindibles)
 Ocasión: aquello cuya presencia favorece la acción de una causa.


3.- Causas intrínsecas de los entes

Los principios intrínsecos constitutivos de un ente son la causa material y la causa formal. Si la materia de un objeto se corrompe o la forma deja de estar plasmada en dicha materia, el objeto deja de ser lo que era. Es decir, la causa material y formal están presentes en todos los entes materiales.
La teoría hilemórfica, formulada por Aristóteles, explica que toda sustancia corpórea está compuesta de materia y forma. La materia y la forma se relacionan entre sí como la potencia y el acto. Del mismo modo que la potencia necesita ser actualizada por un acto, la materia está subordinada a la forma. La materia es potencia respecto a la forma y la forma acto respecto a la materia.





a) Causa Material: Es aquello de lo que se hace algo. En la formación de los entes corpóreos la causa material es la materia prima porque antes de ser algo, esa materia es pura potencialidad. Pero en los entes concretos que ya vemos, la causa material es la materia segunda, es decir, una materia concreta y determinada.

Materia Primera o Prima Materia Segunda

Pura potencia, Indeterminada Potencia ya determinada
No tiene forma alguna Recibe formas accidentales
Lo que tienen en común los entes materiales Propia de cada ente material
Individual
No puede ser conocida por los sentidos Se percibe externamente
Permanece en los cambios sustanciales Puede variar en los cambios accidentales


b) Causa Formal: es el acto o perfección intrínseca por lo que algo es lo que es (hombre, animal, planta…) La forma no se confunde con la figura. La forma por la que este ente corpóreo es hombre no es la figura de ese hombre concreto, sino el acto de esa materia concreta. En cualquier ente existe una forma o acto sustancial, por la que es lo que es, y formas accidentales que le van determinando.


Forma sustancial Forma accidental
(Accidentes)
 La forma sin la cual un ente no sería nada.
 Da al ente su modo de ser: el alma en el caso del hombre.

 Actualiza a la materia primera  Acto que modifica una sustancia.
 9: cantidad, cualidad, relación, tiempo, espacio (lugar y situación), acción, pasión, hábito).
 Actualizan a la sustancia en la que inhieren


3.- Causa extrínsecas

Todo lo causado depende de dos principios extrínsecos: la causa eficiente y final. La causalidad intrínseca exige la intervención de un agente exterior.

A) Causa eficiente: es el principio del cambio. Sus características son:
1. Es un principio extrínseco al efecto. El efecto siempre es posterior a la causa.
2. Transmitir al sujeto la perfección que le convierte en efecto suyo.
3. En la causa siempre hay algo más perfecto que en el efecto.



a.1) Noción de causa Primera y segundas: Cuando se habla de la Creación se presenta a Dios como causa primera . Crear significa causar el ser de las cosas y esto sólo es propio de Dios que es causa incausada. Las demás sustancias creadas no dan el ser de las cosas, pero pueden ser causas del hacerse de las cosas o transformadoras de las que Dios se sirve. La única causa de ser es Dios, pero El asocia en su acción a las causas segundas.

a.2) Causalidad instrumental: Es la que no actúa sólo en virtud de su forma, sino porque es movida por el agente principal. Su efecto se asimila a la forma del agente principal (Ejemplo: el pincel de un pintor). El instrumento puede ser un objeto o una persona.
La acción instrumental, de por sí, no tendría efecto sin el agente principal, pero el instrumento, utilizado por el agente principal, da a la acción algo propio de mayor o menor calidad según sea el instrumento. El efecto de la acción instrumental debe atribuirse al agente y no al instrumento. (Ej: los milagros, conseguidos por intercesión de los santos, se atribuyen a Dios).

a.3) El obrar de la causa eficiente: La causa eficiente debe ser una sustancia que influye en el objeto a través de su acción (accidente). Todas las cosas son capaces de obrar, manifestando por medio de las operaciones su perfección intrínseca. A través de sus operaciones , las criaturas alcanzan su fin.
Sin embargo, el obrar de Dios, no es algo añadido a su sustancia, sino que se identifica con su mismo Ser.
En metafísica se distingue el término “ obrar” (hacer algo en acto) de “Operar” (acción inmanente). Las acciones pueden ser:

a) Acciones transeúntes: aquellas cuyo efecto pasa a otro (Ej: cortar una planta). La acción es transitiva y perfecciona a un ente exterior. La acción transitiva constituye el predicamento o categoría denominado acción.

b) Acciones inmanentes: No proceden de un agente externo sino del propio individuo. La acción inmanente permanece en el propio sujeto, y aunque pueda pasar a otro, fundamentalmente se queda en él. Por eso se llaman “ operaciones” (Ej: reflexionar, querer, entender). La acción inmanente forma parte del predicamento cualidad.

a.4) Fundamento del obrar: ¿Qué se requiere para poder obrar? Estar en acto porque si obrar es comunicar de algún modo la actualidad propia, cualquier agente obra en la medida en que es un acto. El ser – origen de la actualidad de cualquier acto- es el fundamento de las operaciones. Por eso se dice que “el obrar sigue al ser” porque el ser es la perfección más radical del ente.
Como las criaturas no son puro ser, sino que tienen el acto de ser recibido en una esencia que lo limita, esa esencia hace que puedan actuar de un modo u otro, según la naturaleza que les corresponde. (Ej: un animal no puede pensar, el hombre no puede volar, etc). Por eso se dice que la naturaleza es la esencia en cuanto principio de operaciones.
La sustancia de cualquier ente se manifiesta a través de su modo de obrar. (Ej: la espiritualidad del hombre se manifiesta a través de su pensamiento y voluntad). Aunque el ser y la naturaleza son principios del obrar de cualquier criatura, lo que “actúa” realmente es el sujeto. El ser o la esencia no actúan, sino el compuesto de ambos: el ente concreto.
Cada ente tiene potencias o facultades operativas que le permiten actuar. Esas potencias exigen que el ente, cuando vaya a realizar una acción, las actualice. Las facultades se especifican por sus actos. (Ej: amar es un acto de la voluntad, ver de la vista,…)

B) CAUSA FINAL

b.1) Definición: Es aquello por lo que un agente se determina a obrar, aquello en vista de lo cual algo se hace: la meta de sus operaciones. Características:
1. El fin es el primer principio y a la vez el término de la actividad del ente.
2. Es atractivo: Nos mueve a actuar.
3. Tiene razón de bien porque perfecciona al ente que lo consigue.
4. Es difusivo: tiende a comunicarse.
5. Puede ser:
 Fin último: aquel por el que se tiende a todos los demás fines.
 Fin próximo: aquel que se pretende para conseguir otro ulterior.

b.2) “ Todo fin tiene razón de bien”:
El término de cualquier inclinación constituye una perfección para el sujeto, es decir, un bien que se desea alcanzar porque es conveniente para el sujeto. Por eso lo propio del fin es atraer. Si el fin atrae, es precisamente porque es bueno y puede perfeccionar al ente, haciendo que lo busque.

b.3) “Todo agente obra por un fin”:
 1. Los seres irracionales: Observando la naturaleza comprobamos que todos los procesos naturales están en función de algo (Ej: el animal come para alimentarse, los pulmones están para respirar…) y que existe un orden en la naturaleza que permite la subordinación de unas cosas a otras. Como las criaturas carentes de conocimiento no pueden dirigirse a su fin mediante el conocimiento, es necesario que una inteligencia ordenadora las ordene .
Ej: el animal que construye el nido siempre igual, no lo hace con conocimiento, sino que está “programado” para hacerlo.
 2. Los hombres: También los seres inteligentes actuamos por un fin: primero conocemos las cosas y en función de su conocimiento nos proponemos unos objetivos u otros, y ponemos los medios para conseguirlos. Si no actuáramos por fines las cosas nos serían totalmente indiferentes y no actuaríamos.
Los seres inteligentes se mueven a sí mismos hacia su fin, ya que tienen dominio sobre sus actos. El hombre debe aspirar a todo aquello que le perfecciona, aunque a veces ,puede considerar bien aparente algo que no lo es .
El fin último del hombre es Dios porque su posesión es aquello que más le perfecciona, Como el hombre es libre, puede rechazar esta opción y poner su fin en su dinero, prestigio, poder, placer, etc, es decir , en él mismo.
 3. ¿Actúa Dios para conseguir un fin? No, porque no hay nada fuera de Él que tenga razón de bien, porque El es la Bondad por esencia y no hay nada que falte a su naturaleza. Cuando Dios actúa es para comunicar su bondad.




Conexión entre las causas

a) Subordinación entre las causas

El fin es la primera de las 4 causas (es la " causa de las causas"), el presupuesto necesario para que se den los otros tipos de causalidad: el fin mueve al agente, el agente produzca el cambio de la forma y la forma organiza la materia. Las cuatro causas no son yuxtapuestas, sino que existe un orden entre ellas. La materia y la forma - causas intrínsecas - no se unen sino es por la intervención de un agente, que a su vez no actúa sino es por la intención de un fin. (Causas extrínsecas).
 La conexión de estas 4 causas tiene especial interés en el acto humano libre. La decisión libre de la voluntad es la causa de los demás actos humanos. Además, siendo el fin la causa de las causas, el ejercicio de la libertad es la causalidad más perfecta porque sólo la voluntad libre decide sobre el fin.
 Además el fin del hombre se convierte en deber para él porque es aquello que le perfecciona. Este deber ha de ser cumplido en libertad porque el hombre no está finalizado con necesidad.

b) Relación con la Causa Primera

Las causas creadas influyen en el ser del efecto, especialmente en el modo de ser, porque sólo Dios crea de la nada. Toda acción causal de las criaturas exige la existencia de una Causa primera. La causalidad divina tiene como objeto el propio ser. Esto implica:

a) La creación: acto por el que, partiendo de la nada, se comunica el ser a todas las criaturas creadas. Es un acto único por parte de Dios, aunque, como el hombre es un ser temporal, sólo puede contemplarlo desplegado en el tiempo.
b) La conservación: esa imposibilidad que tenemos nosotros de contemplar la creación en un solo acto por parte de Dios, nos lleva a hablar de que Dios mantiene o conserva el ser de las cosas creadas. La conservación es el acto creador de Dios prolongado en el tiempo.



Causalidad de las criaturas
Causalidad de Dios


 No crean realmente el ser

 Parte de una materia

 Está limitada

 Causa predicamental

 Causa por participación
 crea y conserva el ser

 De la nada

 Es omnipotente y universal

 Causa trascendental

 Causa por esencia





Identifica los conceptos metafísicos de este poema

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo,
algunas hojas verde le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
hunden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que, rojo en el hogar, mañana
ardas, de alguna mísera caseta
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hacia la mar te empuje,
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.

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